Écija, ciudad del Sol, la ciudad de las torres, la ciudad del Genil, el río que fecunda las huertas de la mitad de la Andalucía…
Según la leyenda, Écija fue fundada por un fugitivo de la guerra de Troya, capitán de los troyanos llamado Astir, de ahí procedería el antiguo nombre de Écija que se denomina Astigi, sin embargo algunos historiadores a la vista de los restos arqueológicos la hacen todavía más antigua, considerando su fundación como Celta. Pero lo más cierto es que Écija, digan lo que quieran, es profundamente romana.
Tan romana que su geografía aparece salpicada de cortijos saturados de romanidad, la ciudad tubo en la época romana la máxima consideración jurídica, la de Capital de Conventus Juridicus, osea la misma categoría que Sevilla, al menos durante una parte de la época Romana.
Écija fue llamada Augusta Firma Astigina, conservando el nombre Celta de Astigi pero ostentando nada menos que el sobre nombre de Augusta, de ella dependían ciudades tan importante como Ursaona (Osuna), Marcia (Marchena),Tuci (Martos) y Munda (Montilla).
Se ha llamado a Écija, La Ciudad de las Torres y Ciudad del Sol, tanto sol que algunos la han llamado La Sartén de Andalucía, pero el calor es vida y Écija estalla de vida, de alegria y de belleza, con sus 38.000 habitantes es mayor que algunas capitales de provincia del resto de España.
Ciudad rica que nos muestra en sus calles un pasado explendoroso, no solo de palacios aristocráticos sino de casas de clase media acomodada formada por labradores, mercaderes, artesanos y letrados que se agruparón en nuemrosos gremios.
De este patrimonio urbano que hizo a Écija codearse con las ciudades más lúcidas de los siglos pasados podemos admirar en primer lugar el Palacio de los marqueses de Peñaflor con portada de columnas salomónicas influido por el estilo de la arquitectura mercedaria sevillana, joya del seiscientos, con el balcón más largo de España y la doble escalinata sobre bobeda de nervaduras, columnas de jaspe rosado y escalones de lindos azulejos con un cierto regusto monastico.